Cualquier alteración de la articulación de la mandíbula se le conoce como disfunción de la articulación temporo-mandibular (ATM).
El contacto del maxilar superior con el maxilar inferior (incluyendo los dientes) de forma correcta, se le conoce como oclusión. La arcada maxilar (superior) debe cubrir a la mandibular (inferior), y todas las piezas dentales superiores deben encajar y contactar adecuadamente con las inferiores. Cuando no están correctamente colocados, existe una situación llamada maloclusión.
Las causas de estas maloclusiones son diversas, como pueden ser la mal posición dental, falta de piezas, restauraciones mal colocadas o por el mal desarrollo de los maxilares.
Las disfunciones de la articulación (DTM) provocan dolores de la articulación, de oído, de cabeza o de la parte posterior del cuello. El estrés o exceso de ansiedad se manifiesta en forma de bruxismo (desgaste) o apretamiento de dientes y es algo que no debe dejarse de atender.
Dependiendo de la causa que origina el dolor de la ATM es la solución que se debe dar, ya sea: corrigiendo la posición dental, reparando restauraciones defectuosas, relajando la musculatura con fisioterapia, usando guardas oclusales o en casos más graves, con cirugía.