El proceso de colocación de brackets no implica ningún dolor para el paciente. A lo más puede resultarte ligeramente molesto al tener por varios minutos la boca entre-abierta. En mucho depende la habilidad del ortodoncista para acelerar el proceso, pero eso si, colocando los aparatos en la posición indicada.
Una vez que ya tienes colocados tus aparatos de ortodoncia, es muy probable que tengas algunos episodios de molestia. Al principio vas a sentir incomodidad en la boca pues no estás acostumbrado a tener un agente extraño, como son los brackets.
Al provocar la ortodoncia un movimiento constante y fuerte en tus dientes, es lógico que haya molestia en los ajustes que tu ortodoncista haga en cada consulta. Este dolor varía en cada paciente y no es algo incapacitante o que te impida continuar con tu vida normal. Un verdadero especialista intentará minimizar al máximo esta sensación.